20 de marzo de 2010

Explicaciones inexplicables

Ya no se que sucedió. ¿Se perdió la pasión o simplemente se partió el amor?
Es cruel saber que buscas otro camino que va en sentido contrario al mio. No hallo la manera de alejar mi cabeza de tantas conjeturas, que al fin y al cabo alimentan un dolor inconmensurable; inigualable.
Un par de días después de aquella espinosa charla, comienzo a conocer que cuando duele el corazón no es nada. Eh encontrado un dolor singular, que es inexplicable, cabrío y constante. A decir verdad no hay modo alguno de describir el dolor del alma penante.
Hoy mi vida se posa en el vacío terminante. Se alimenta de seres sin vida y de sin sentidos delirantes. Es tan complejo escarbar en busca de respuestas, cuando ni siquiera es capaz de fluir una pregunta perfecta.
Creía que el amor era el poder de nosotros, nuestro cimiento, resguardo y sustento; aunque se que aún sigue latiendo con su presencia, estos golpes me aseguran que, a veces, amar no resulta suficiente. Los tiempos me sumergieron en lo profundo del abismo, hasta sentir que el pozo que se adueño de mi terminará por ser ciego.
Allí estas mi compañera de vida, emprendiendo el viaje hacia ese nuevo mundo de almas perdidas. Pensaras que mis inconsciencias indagan ese astro de soledades, y aunque esa soledad sea mi universo, sonreiré al confirmar que tus ojos no me observan como al común de los ciervos.
Quiero dejar de taladrar mi cabeza. Tomar las agujas del reloj y pasarlas hasta toparme con aquel día en que te tenga de nuevo entre mis brazos o asumida la culpa, la pérdida y el fracaso.

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