25 de abril de 2010

Semana Catártica

La cosa es simple. Seamos muchos o pocos; anónimos o bien conocidos; cuerdos o locos; alegres o depres; la idea es dejar aquí algo que nos venga molestando o nos moleste desde siempre. Es la semana del descargo.. de soltar las iras.. de pegar grandes gritos... de hacer una compartida catarsis!

Por mi parte, les cuento que hoy en día me molesta, y me da mucha rabia no poder haber terminado este año de facultad... Pero bue, ya se verá que se hace..

Dos cosas me molestaron desde siempre:

1- Justo agarrar el maldito cuchillo serrucho que no corta! Es como si el hdp que lo tuvo antes lo hubiese agarrado para cortar la tierra... Dan ganas de partirlo en dos... Hacerlo sufrir! Siempre lo mismo, en el momento crucial de saborear el delicioso bife de chorizo, nos tenemos que levantar a buscar otro tramontina.. Que seguro ha de seguir el camino del anterior.

2- Llegar a casa, tener esa bolsa tan preciada de criollos (bizcochos) de grasa, saber que solo es para mi.. Que nadie vendrá a su rescate. Ya los saboreo con solo sentir su olor. Me acuerdo de algo y digo: " Con eso, quedan increíbles".. Enderezo mi rumbo a la heladera.. La abro, y en su puerta tengo el paquete de manteca, y de repente enfrente se asoma el dulce de leche... ¡Invento divino si los hay! Lo levanto, saco su tapa.... Y.... ¡Maldito el que dejo el frasco vacío! ¡ Como no lo agarran y lo torturan con la mermelada "dulciora" de durazno que sabía venir! ¡Que coma diez millones de frascos por hdp!

Ufff! Gracias... Ustedes siguen!

21 de abril de 2010

Tantas veces la vida me puso por delante oportunidades. Tantas como esas veces, las dejé pasar. Es más, diría que aún dejo que se vayan.
Para ser franco, pienso que soy yo quien les huye.
Comprendo el trasfondo de las decisiones, pero aún me cuestan. Es tan grande e imponente mi miedo a equivocarme, que termino jugando esto con las cartas marcadas. Asumiendo una comodidad lastimosa, contradictoriamente incomoda.
Reiteradamente siento que los años me van ganando la partida. Que el tiempo me va superando. Que ya deje pasar varios trenes, y que con suerte ha de quedar alguno sobre los rieles de mi camino.
Hoy no soy más que palabras. Un ser de acciones vacías. Hago hasta donde puedo, y quiero lo que no hago. La situación me supera. Me saca varios cuerpos de ventajas.
Busco consolarme en la reiterada frase: “todo se puede”. Persigo modelos cercanos, imitando la grandeza del esfuerzo. Me quedo. Bajo los brazos, pero dejo rondando sentimientos de culpa sobre mi cabeza.
No hay peor límite, que aquel que uno mismo se impone. Si lo sabré. Si lo padeceré. Creo que es necesario tener los pies bien calzados, bien sobre la tierra. Dejarme de voladurias, de divagaciones. Comprender que es lo que me toca. Andar marcando un rumbo realista. Transitarlo. Darle mi vida.
Pienso. ¿A todos nos pasará? ¿O solo será un eslabón más de mi cadena de inseguridades, frustraciones y miedos?

17 de abril de 2010


Sin más que decir. Sin más que expresar. Sin más por hacer. Solamente voy indagando las profundidades de mis vaivenes sentimentales. Lamentando errores. Olvidando rencores. Aferrándome a conversaciones y gentes imaginarias. Encontrando en la almohada a mi confidente perfecto. Aprendiendo a responder mis preguntas con supuestos pensamientos criteriosos.
Lamiendo la tranquilidad de los pocos compromisos. Amando la sombra de los arboles y de las hojas conmigo en el piso. Proyectando mis planes junto con el cielo y los pájaros; hoy, mis testigos predilectos. Ando vislumbrado por la precisión de aferrarme a mi mismo, cuando me pensaba más enajenado que nunca.
Ansié de nuevo, como tantas veces, la libertad. La conexión con mi mundo, con la naturaleza que me rodea, que me apacigua, que me reconecta, que me da vida. Te vas un rato. Lo suficiente para, con pasión, hallar una nueva dirección. ¿Cómo?. Embriagándome de la noche y subiendo a esa solitaria hamaca, que columpiándome, me hace dueño del tiempo, el viento y la libertad. Ella que para el resto del mundo tiene poco significado, es quien me deja nuevamente con mi esencia en la palma de la mano.
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Imagen:lmclaura.blogspot.com

3 de abril de 2010

Estado pasado...

Ese fue el último momento juntos. Uno sentado al lado del otro deliberando todo lo que estaba oculto.
Fue tan confuso y loco, que quedo solo un embrollo. Me hablabas con un tono duro y yo moría por llevarte al fin del mundo.
Me sentía confundido, equivocado. No sabía si abrazarte e irme o aceptar callado, todo lo que ya había pasado.
Actué como un estúpido despechado. Fue una noche de blasfemos pensamientos y largos tragos. Me comporté como un tarado; en vez de comprender y ser sensato, dije cosas que jamás sumaron algo.
Tu sinceridad con el tiempo la fui admirando. Costo trabajo. Pues en esas épocas te deseaba más que nunca a mi lado. Ansiaba de tus actitudes y brusquedades seguir eclipsado.
Hoy te quiero más que siempre y aunque parezca capricho de tenerte, comprendo en que eso fue amor y no solamente un pasajero sentimiento de confusión.
Pienso en todos y cada uno de esos días de verano. Andábamos sin tropiezos y ensamblados, dedo con dedo, de la mano caminando. Saludos tímidos y un poco quedados.
Caigo bruscamente en el recuerdo de los fuertes abrazos; de anécdotas y risas de borracheras; de la plaza de la cual nos habíamos adueñado; del mismo banco que tantas veces fue testigo de lo que confesamos; de besos, caricias faciales y de las típicas mordidas de labios.
Una cena pendiente. Un recital que nos puso nuevamente de frente. Una nota con intenciones de ganarte. Miles de días larguísimos, plagados de aguante.
Tan poco tiempo para tanto cielo. Los días no hicieron falta contarlos, si lo nuestro, no hay dudas, terminó siendo un fugaz milagro.
Intento sacarte de mi mente. Aún mi recuerdo se estrella con la luz de tus ojos, tan única y precisa. Dejaste rondando en mí, esa mirada que tuviste la noche que me esclavicé al enojo.
Quedó la sensación de un frío abrazo y el sabor del último beso, que fue el más rico y doloroso que jamás me hayan dado.
Ya no se si quiero tenerte. Evito encontrarte.
A veces busco otra persona para olvidarte. Darme una oportunidad para ya, ni en mi sueños, volver a rozarte. Necesito demostrar que esta vez, puedo ser firme ante cualquier pronostico inestable.
Solo espero que seas feliz. Que todos tus sueños puedas cumplir.
Después de unos cuantos meses no existen rencores. Anhelo que quien te tenga te pueda aprovechar y te quiera, por lo menos, un tercio de lo que yo lo hice. Es mi deseo triste. Aunque a decir verdad, no creo que exista mago que lo realice.

03/03/2006

¿Será así?

Seguimos dando vueltas y más vueltas. Paralizados por un mundo tan precoz como el sexo a los quince años. Buscando alguna idea innovadora. Develando misterios intrigantes. Soñando realidades estúpidas.
Vamos y venimos. Gravitando por un centro lleno de pelusas; de mugre indefinida. Continuamos...
Luchamos. Persiguiendo fines caóticos, que dejan dolores de cabeza extremadamente sublimes.
Otra pitada de cigarrillo mezclada con el tic-tac de los pensamientos. Destinada únicamente a arreglar lo que soy, lo que vivo; aquello que me roba las horas de sueño; de descanso total.
Una nueva melodía que ayuda a motivar. A identificar las bases. A reencontrarse. A jugarse y mandarse de nuevo.
Seguimos vuelteando. Vagamos mucho, pero con sentido. Dudamos un rato, pensamos como llega. La situación perfecta se cae de estupidez. Se revienta de boludes.
Buscamos, vamos, venimos, dejamos y tomamos. Concretamos y erramos. Entonces nuevamente buscamos, vamos, venimos, dejamos y tomamos.

1 de abril de 2010

El hoy...

Aqui me encuentro, casi perdido en un laberinto de cuentos. Voy buscando un camino, una seña, un destino. Intentando, me resulta la palabra más familiar en esta época de sujeto extraño.
Me veo tapado en un silencio etéreo. Complicado en pensamientos fugaces, en sentimientos bañados de opacos tintes y contrastes.
Busco traducir emociones. Al fin y al cabo, salen como en mandarín, lo que supera con creces mi poca capacidad de entendimiento.
El tiempo se llevó todo. La brusca lluvia me dejó inundado en pensamientos de domingos de soledad. Me arrastro a la cornisa; con la mirada al cielo y las piernas rozando el abismo.
Encarnizado en una mentira, intento ser el ajedrecista perfecto de los movimientos errados; el estadísta concreto concluyendo en especulaciones delirantes; el calzado justo de los pasos perdidos; la pelicula ideal de la ficción de mis voladurías.
Las razones no son fundadas cuando existen corazones de por medio. Las dudas no son bien llevadas cuando nacen de promesas. La confianza, aparte de matar al hombre y embarazar a la mujer, pende de hilos tan frágiles que un pensamiento la desvirtúa.
Hay gente de pálabra débil, de compromisos inutiles y falsos. Tan livianos que no necesitan del viento para esfumarse.